Introducción al (SEC) Sistema endocannabinoide

El sistema endocannabinoide es un sistema de señalización celular presente en el cuerpo humano y en otros animales, que cumple funciones importantes en la regulación de la homeostasis y en la respuesta a estímulos internos y externos. Este sistema está compuesto por receptores cannabinoides, endocannabinoides y enzimas que participan en la síntesis y degradación de estos compuestos. La activación del sistema endocannabinoide puede tener efectos sobre diferentes procesos fisiológicos y patológicos, incluyendo funciones neurológicas, psicológicas, inmunológicas y metabólicas.

En este articulo se profundizará en la estructura y función de los receptores cannabinoides CB1 y CB2, la identificación de los endocannabinoides anandamida y 2-araquidonilglicerol (2-AG), así como en los mecanismos de acción del sistema endocannabinoide. También se abordarán las enfermedades y trastornos relacionados con este sistema, así como sus implicaciones terapéuticas potenciales y los retos que se presentan en la investigación de este campo.

Receptores cannabinoides CB1 y CB2

Los receptores cannabinoides CB1 y CB2 son los principales componentes del sistema endocannabinoide en el cuerpo humano. Ambos receptores pertenecen a la familia de receptores acoplados a proteínas G, que se encuentran en la membrana celular y se activan cuando se unen a los cannabinoides.

El receptor CB1 se encuentra principalmente en el sistema nervioso central, pero también se encuentra en otros tejidos, como el hígado, los riñones y los pulmones. El receptor CB2 se encuentra principalmente en células del sistema inmunitario y en algunos tejidos periféricos, como la piel y los huesos.

Los receptores cannabinoides tienen diferentes funciones en el cuerpo humano. Por ejemplo, el receptor CB1 es responsable de la modulación del dolor, la regulación del apetito y del sueño, mientras que el receptor CB2 está relacionado con la función inmune y la inflamación.

La activación de estos receptores por los cannabinoides endógenos y exógenos, como los derivados del cannabis, puede tener efectos en diferentes sistemas del cuerpo humano, como el sistema nervioso, el sistema cardiovascular, el sistema inmunitario y el sistema endocrino.

Endocannabinoides anandamida y 2-araquidonilglicerol (2-AG)

Los endocannabinoides son sustancias químicas producidas por el propio organismo que interactúan con los receptores cannabinoides del sistema endocannabinoide. Entre los endocannabinoides más estudiados se encuentran la anandamida y el 2-araquidonilglicerol (2-AG).

La anandamida, también conocida como N-arachidonoiletanolamina (AEA), fue el primer endocannabinoide descubierto. Se sintetiza a partir del ácido araquidónico y se degrada rápidamente por la enzima amida hidrolasa de ácidos grasos (FAAH). La anandamida se une principalmente al receptor CB1 y actúa como un neurotransmisor modulando la transmisión de señales en el cerebro y el sistema nervioso central.

El 2-araquidonilglicerol (2-AG) es otro endocannabinoide que se une a los receptores CB1 y CB2. A diferencia de la anandamida, el 2-AG se sintetiza a partir de la fosfolipasa C (PLC) y se degrada por la enzima monoacilglicerol lipasa (MAGL). El 2-AG se encuentra en concentraciones más altas que la anandamida en el cerebro y se cree que es el principal endocannabinoide modulador de la actividad sináptica en el sistema nervioso central.

Los endocannabinoides son producidos bajo demanda y actúan de manera retrograda, es decir, se sintetizan y liberan desde la célula postsináptica para retroalimentar la actividad sináptica de la célula presináptica. También se ha demostrado que los endocannabinoides tienen efectos sobre otros sistemas, como el sistema inmune y el sistema cardiovascular, y se han estudiado en relación a varias enfermedades y trastornos.

Regulación de la homeostasis

El sistema endocannabinoide está involucrado en la regulación de la homeostasis en el cuerpo humano. La homeostasis se refiere al mantenimiento del equilibrio interno del cuerpo, lo que incluye la temperatura corporal, el equilibrio de líquidos y electrolitos, el metabolismo y otros procesos fisiológicos. Los cannabinoides y los receptores cannabinoides están presentes en varios sistemas del cuerpo que regulan la homeostasis, como el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular, el sistema digestivo y el sistema inmunológico.

Los endocannabinoides actúan como reguladores retroactivos en la homeostasis, lo que significa que son producidos y liberados en respuesta a cambios en el entorno interno del cuerpo para restablecer el equilibrio. Por ejemplo, la anandamida se produce en respuesta a un estrés agudo para ayudar a regular la respuesta al estrés y prevenir daños en el cuerpo. Los endocannabinoides también actúan como moduladores de la señalización neuronal, lo que significa que pueden influir en la liberación de neurotransmisores y regular la actividad neuronal en el sistema nervioso central.

La regulación de la homeostasis por parte del sistema endocannabinoide es importante para la salud y el bienestar general del cuerpo humano. Los desequilibrios en el sistema endocannabinoide pueden contribuir a la aparición de diversas enfermedades y trastornos.

Funciones neurológicas y psicológicas

El sistema endocannabinoide también tiene un papel importante en la regulación de funciones neurológicas y psicológicas. Los receptores cannabinoides CB1 se encuentran ampliamente distribuidos en el cerebro y están involucrados en la modulación de la liberación de neurotransmisores y en la regulación de la plasticidad sináptica.

Se ha demostrado que la activación de los receptores cannabinoides CB1 puede influir en la memoria, el aprendizaje, el estado de ánimo y la motivación. También se ha sugerido que el sistema endocannabinoide puede estar involucrado en la regulación del sueño y la vigilia.

Además, se ha encontrado que los niveles de endocannabinoides se alteran en trastornos neurológicos como la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple y la epilepsia, lo que sugiere un posible papel del sistema endocannabinoide en la patogénesis y/o el tratamiento de estas enfermedades.

Regulación del dolor y la inflamación

El sistema endocannabinoide está implicado en la regulación del dolor y la inflamación en el cuerpo humano. Los receptores cannabinoides CB1 y CB2 se expresan en diferentes tipos de células y tejidos, incluyendo las neuronas y las células inmunitarias, y desempeñan un papel clave en la modulación del dolor y la inflamación.

Los endocannabinoides anandamida y 2-araquidonilglicerol (2-AG) actúan como ligandos endógenos de los receptores cannabinoides, y se sabe que tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias. La activación de los receptores cannabinoides por los endocannabinoides reduce la liberación de neurotransmisores implicados en la transmisión del dolor y la inflamación.

Además, la administración de cannabinoides exógenos, como el THC y el CBD, también puede reducir el dolor y la inflamación en diferentes modelos de enfermedades. Los cannabinoides se han utilizado en el tratamiento del dolor crónico, la artritis y otras enfermedades inflamatorias, aunque aún se necesitan más estudios para determinar su eficacia y seguridad a largo plazo.

Participación en la respuesta inmunitaria y la protección frente a enfermedades

El sistema endocannabinoide también tiene un papel en la respuesta inmunitaria y la protección frente a enfermedades. Se ha demostrado que los cannabinoides y los endocannabinoides pueden regular la respuesta inmunitaria y tener efectos antiinflamatorios.

Por ejemplo, se ha encontrado que la activación de los receptores cannabinoides puede reducir la producción de citoquinas proinflamatorias y aumentar la producción de citoquinas antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso en enfermedades inflamatorias como la artritis y la enfermedad inflamatoria intestinal.

Además, se ha descubierto que el sistema endocannabinoide está involucrado en la protección frente a enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares. Por ejemplo, se ha demostrado que la activación de los receptores cannabinoides puede reducir el daño celular en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

También se ha encontrado que los endocannabinoides pueden tener efectos cardioprotectores al reducir la inflamación y mejorar la función del corazón. En general, los estudios sugieren que la activación del sistema endocannabinoide puede tener efectos beneficiosos en la salud y la protección frente a enfermedades.

Activación de los receptores cannabinoides

La activación de los receptores cannabinoides CB1 y CB2 se produce cuando se unen a los endocannabinoides anandamida y 2-araquidonilglicerol (2-AG), o a los cannabinoides exógenos como el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) presentes en la planta del cannabis.

Los receptores cannabinoides están acoplados a proteínas G, lo que significa que su activación desencadena una serie de respuestas celulares a través de la activación de una cascada de señalización. La activación de los receptores CB1 se produce principalmente en el sistema nervioso central, mientras que los receptores CB2 se encuentran principalmente en el sistema inmunitario y en los tejidos periféricos.

Una vez que se ha activado un receptor cannabinoides, se produce una disminución en la liberación de neurotransmisores excitatorios, como el glutamato y la noradrenalina, lo que resulta en una disminución en la actividad neuronal. Además, la activación de los receptores cannabinoides también puede producir una liberación de neurotransmisores inhibitorios, como el ácido gamma-aminobutírico (GABA), lo que puede contribuir a su efecto ansiolítico y sedante.

La activación de los receptores CB2 puede desencadenar una serie de respuestas inmunológicas, como la liberación de citocinas y la activación de células inmunitarias, lo que puede ser beneficioso en la lucha contra infecciones y enfermedades autoinmunitarias.

Síntesis y degradación de los endocannabinoides

Los endocannabinoides se sintetizan en respuesta a la activación de las células y se degradan por enzimas específicas para mantener un equilibrio adecuado en el organismo.

La anandamida se sintetiza a partir de la fosfolípido N-aracilado-fosfatidiletanolamina (NAPE) por la acción de la enzima hidrolasa de la NAPE (NAPE-PLD). Una vez sintetizada, la anandamida puede actuar sobre los receptores cannabinoides CB1 y CB2.

Por otro lado, el 2-araquidonilglicerol (2-AG) se sintetiza a partir del ácido araquidónico y glicerol por la acción de la enzima diacilglicerol lipasa (DAGL). El 2-AG también puede actuar sobre los receptores cannabinoides CB1 y CB2.

La degradación de la anandamida y el 2-AG se lleva a cabo por diferentes enzimas. La hidrolasa de la amida de ácido graso (FAAH) es la principal enzima responsable de la degradación de la anandamida, mientras que la monoacilglicerol lipasa (MAGL) es la principal enzima responsable de la degradación del 2-AG. La degradación de los endocannabinoides por estas enzimas ayuda a mantener un equilibrio adecuado en el organismo y a prevenir una sobreactivación del sistema endocannabinoide.

Interacción con otros sistemas del cuerpo humano, como el sistema nervioso y el sistema inmune

El sistema endocannabinoide interactúa con otros sistemas del cuerpo humano, incluyendo el sistema nervioso y el sistema inmunológico. Los receptores cannabinoides, CB1 y CB2, se encuentran en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, el sistema nervioso periférico, el sistema inmunológico, el tracto gastrointestinal y los órganos reproductores.

En el sistema nervioso, los receptores cannabinoides están implicados en la regulación de la liberación de neurotransmisores, incluyendo la dopamina, la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA). Los endocannabinoides actúan como retroalimentación negativa, reduciendo la liberación excesiva de neurotransmisores y protegiendo contra la excitotoxicidad.

En el sistema inmunológico, los endocannabinoides y los receptores cannabinoides están implicados en la regulación de la respuesta inflamatoria. Los cannabinoides pueden reducir la producción de citoquinas proinflamatorias y aumentar la producción de citoquinas antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas.

Además, el sistema endocannabinoide también interactúa con otros sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema cardiovascular, el sistema endocrino y el sistema de recompensa cerebral, lo que puede tener implicaciones en una variedad de procesos fisiológicos y patológicos.

Trastornos psiquiátricos, como la ansiedad y la depresión

Se ha demostrado que el sistema endocannabinoide está involucrado en la regulación del estado de ánimo y las emociones, por lo que ha sido objeto de estudio en el campo de la psiquiatría. Se ha observado que los niveles de endocannabinoides y la densidad de receptores cannabinoides están alterados en ciertos trastornos psiquiátricos, como la ansiedad y la depresión.

Se ha demostrado que la administración de cannabinoides puede tener efectos antidepresivos y ansiolíticos en modelos animales y humanos, aunque los mecanismos precisos aún no se comprenden completamente. Además, se ha estudiado el uso de cannabinoides para tratar trastornos psiquiátricos como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Sin embargo, la investigación sobre los efectos de los cannabinoides en la salud mental es aún limitada y se necesitan más estudios para determinar la seguridad y la eficacia de su uso en estos trastornos. Además, el abuso de cannabinoides puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos, por lo que se debe tener precaución en su uso.

Dolor crónico y enfermedades inflamatorias, como la artritis

El sistema endocannabinoide también desempeña un papel importante en la regulación del dolor y la inflamación. Los receptores cannabinoides están presentes en el sistema nervioso central y periférico, incluyendo las células del sistema inmunitario que participan en la respuesta inflamatoria. La activación de los receptores CB1 y CB2 por los endocannabinoides o los cannabinoides exógenos puede disminuir la liberación de sustancias inflamatorias y reducir la sensación de dolor.

Se han realizado numerosos estudios en animales y humanos que han demostrado la eficacia de los cannabinoides en el tratamiento del dolor crónico y la inflamación. El cannabidiol (CBD), un cannabinoide no psicoactivo, se ha investigado ampliamente como un posible tratamiento para la artritis, debido a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

Sin embargo, se necesitan más estudios para comprender completamente los mecanismos por los cuales los cannabinoides regulan el dolor y la inflamación, así como para determinar la eficacia y seguridad de los cannabinoides en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas.

Trastornos neurodegenerativos, como el Alzheimer y el Parkinson

El sistema endocannabinoide también ha sido objeto de investigación en relación con trastornos neurodegenerativos, como el Alzheimer y el Parkinson. Se ha encontrado que la activación de los receptores cannabinoides puede tener efectos protectores sobre las células nerviosas, lo que sugiere un posible papel terapéutico de los cannabinoides en estos trastornos.

En estudios realizados en modelos animales de Alzheimer, se ha demostrado que la activación de los receptores cannabinoides puede reducir la inflamación y proteger las células nerviosas del daño oxidativo, lo que podría tener un efecto beneficioso en la progresión de la enfermedad. Además, se ha encontrado que el tratamiento con cannabinoides puede mejorar la memoria y la función cognitiva en estos modelos animales.

En relación con el Parkinson, se ha encontrado que la activación de los receptores cannabinoides puede tener efectos protectores sobre las células nerviosas que se pierden en esta enfermedad. Se ha demostrado que los cannabinoides pueden reducir la neuroinflamación y mejorar la función motora en modelos animales de Parkinson. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar si estos efectos pueden traducirse en beneficios terapéuticos en pacientes con Parkinson.

A pesar de estos hallazgos prometedores, se requiere más investigación para determinar la eficacia y seguridad de los cannabinoides en el tratamiento de los trastornos neurodegenerativos.

Trastornos metabólicos, como la diabetes

Se ha encontrado una posible relación entre el sistema endocannabinoide y los trastornos metabólicos, incluyendo la diabetes tipo 1 y tipo 2, la obesidad y la resistencia a la insulina. Los estudios han demostrado que los receptores cannabinoides y los endocannabinoides pueden desempeñar un papel importante en la regulación de la homeostasis energética y el metabolismo de los lípidos y los carbohidratos.

Por ejemplo, estudios en animales han demostrado que el bloqueo de los receptores cannabinoides CB1 puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la acumulación de grasa en el tejido adiposo. También se ha demostrado que los niveles de endocannabinoides están elevados en personas con obesidad y diabetes tipo 2.

Sin embargo, aún se necesita investigación adicional para comprender completamente la relación entre el sistema endocannabinoide y los trastornos metabólicos, así como para determinar si los cannabinoides pueden ser útiles en el tratamiento de estos trastornos. Además, es importante tener en cuenta que el uso de cannabinoides puede tener efectos secundarios y no se recomienda como tratamiento de primera línea para los trastornos metabólicos.

Estudios sobre el uso de cannabinoides en el tratamiento de enfermedades

Existen diversos estudios que han investigado el potencial terapéutico de los cannabinoides en el tratamiento de diversas enfermedades y trastornos. A continuación, se mencionan algunos de ellos:

Dolor: se ha demostrado que los cannabinoides pueden ser eficaces en el tratamiento del dolor crónico, especialmente en casos de dolor neuropático. Un estudio publicado en la revista European Journal of Pain encontró que el uso de un spray oral de THC y CBD redujo significativamente el dolor en pacientes con dolor neuropático periférico.
Esclerosis múltiple: los cannabinoides también han mostrado efectos beneficiosos en el tratamiento de la esclerosis múltiple, una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta a la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Un estudio publicado en la revista Multiple Sclerosis and Related Disorders encontró que el uso de un extracto de cannabis con alta concentración de THC redujo significativamente la espasticidad y mejoró la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple.
Epilepsia: algunos estudios han investigado el uso de cannabinoides en el tratamiento de la epilepsia, especialmente en casos de epilepsia refractaria que no responden a otros tratamientos. Un estudio publicado en la revista Lancet Neurology encontró que el uso de un extracto de cannabis rico en CBD redujo significativamente la frecuencia de las convulsiones en pacientes con epilepsia refractaria.
Trastornos psiquiátricos: aunque la investigación en esta área es limitada, algunos estudios han sugerido que los cannabinoides pueden tener efectos beneficiosos en el tratamiento de trastornos psiquiátricos como la ansiedad y la depresión. Un estudio publicado en la revista Neuropharmacology encontró que el uso de un extracto de cannabis con alta concentración de CBD redujo la ansiedad en pacientes con trastorno de ansiedad generalizada.
Enfermedades inflamatorias: algunos estudios han investigado el uso de cannabinoides en el tratamiento de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide y la enfermedad de Crohn. Un estudio publicado en la revista Rheumatology encontró que el uso de un spray oral de cannabis con alta concentración de THC redujo significativamente el dolor y mejoró la calidad de vida de los pacientes con artritis reumatoide.
Cáncer: aunque la investigación en esta área es limitada, algunos estudios han investigado el potencial de los cannabinoides en el tratamiento del cáncer, especialmente en la reducción de los síntomas asociados con la quimioterapia. Un estudio publicado en la revista Cancer encontró que el uso de un spray oral de THC redujo significativamente las náuseas y los vómitos en pacientes que recibían quimioterapia.

Investigaciones sobre la relación entre el sistema endocannabinoide y otras enfermedades o sistemas del cuerpo

Además de las enfermedades mencionadas anteriormente, el sistema endocannabinoide ha sido objeto de investigación en relación con otras patologías y sistemas del cuerpo humano. A continuación, se presentan algunos ejemplos:

Enfermedades cardiovasculares: se ha demostrado que los endocannabinoides tienen un efecto vasodilatador, lo que podría tener implicaciones en la regulación de la presión arterial y el flujo sanguíneo. Además, se ha sugerido que los cannabinoides podrían tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que podrían ser beneficiosas en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Cáncer: se ha investigado el papel de los cannabinoides en la regulación del crecimiento y la muerte celular en células cancerosas. Algunos estudios han sugerido que los cannabinoides podrían tener propiedades antitumorales y podrían ser útiles en el tratamiento del cáncer.
Sistema digestivo: el sistema endocannabinoide está implicado en la regulación del apetito y el metabolismo de los lípidos. Además, se ha demostrado que los cannabinoides tienen propiedades antieméticas y pueden ser útiles en el tratamiento de las náuseas y los vómitos asociados a ciertos tratamientos médicos, como la quimioterapia.
Sistema respiratorio: algunos estudios han sugerido que los cannabinoides podrían tener propiedades broncodilatadoras y antiinflamatorias, lo que podría ser beneficioso en el tratamiento del asma y otras enfermedades respiratorias.
Sistema musculoesquelético: se ha investigado el papel de los cannabinoides en la regulación del dolor y la inflamación asociados a enfermedades musculoesqueléticas, como la osteoartritis y la osteoporosis. Algunos estudios han sugerido que los cannabinoides podrían ser útiles en el tratamiento del dolor crónico asociado a estas enfermedades.
Los estudios sobre la relación entre el sistema endocannabinoide y otras enfermedades o sistemas del cuerpo están en sus primeras etapas y aún se necesitan más investigaciones para comprender completamente estas interacciones y posibles usos terapéuticos de los cannabinoides.

Resumen de los principales hallazgos y conclusiones obtenidos en la investigación

En resumen, el sistema endocannabinoide es un sistema complejo que tiene una amplia variedad de funciones en el cuerpo humano, incluyendo la regulación de la homeostasis, las funciones neurológicas y psicológicas, la regulación del dolor y la inflamación, y la participación en la respuesta inmunitaria y la protección frente a enfermedades. El sistema está compuesto por receptores cannabinoides, como el CB1 y el CB2, y endocannabinoides, como la anandamida y el 2-AG.

Existen estudios que sugieren que los cannabinoides pueden ser útiles en el tratamiento de enfermedades como la ansiedad, la depresión, el dolor crónico, la artritis, el Alzheimer, el Parkinson y la diabetes, aunque se necesitan más investigaciones para determinar su eficacia y seguridad a largo plazo. También se han investigado las interacciones entre el sistema endocannabinoide y otros sistemas del cuerpo, como el sistema nervioso y el sistema inmunitario.

El sistema endocannabinoide es un área de investigación en constante evolución y hay mucho que aprender sobre su papel en la salud y la enfermedad. Aunque aún se necesitan más estudios, los resultados preliminares son prometedores y sugieren que los cannabinoides pueden ser útiles en el tratamiento de una amplia variedad de enfermedades y trastornos.

Identificación de las limitaciones y retos a los que se enfrenta el estudio del sistema endocannabinoide

Algunas limitaciones y desafíos que enfrenta el estudio del sistema endocannabinoide incluyen:

Falta de comprensión completa: Aunque se ha descubierto mucho sobre el sistema endocannabinoide, aún no se comprenden completamente todos sus mecanismos y funciones.
Limitaciones en la investigación clínica: Debido a las restricciones legales y políticas en torno al uso de cannabinoides, hay limitaciones en la investigación clínica de estos compuestos. Esto dificulta la obtención de resultados concluyentes sobre la eficacia y seguridad de los cannabinoides para el tratamiento de enfermedades.
Complejidad de los efectos de los cannabinoides: Los cannabinoides tienen efectos complejos en el cuerpo humano, lo que dificulta la identificación de los mecanismos subyacentes y la comprensión de los efectos a largo plazo.
Dificultades en la producción y la estandarización: La producción y la estandarización de los cannabinoides son desafíos importantes, ya que la calidad y la composición química pueden variar significativamente entre diferentes productos.
Falta de regulación y supervisión: La falta de regulación y supervisión de los productos de cannabis en muchos países también representa un desafío para la seguridad y eficacia de estos productos.

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