Uso del cannabidiol (CBD) en el tratamiento del insomnio: una revisión de estudios preclínicos, clínicos y encuestas

El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. El cannabidiol (CBD) es un compuesto natural que se encuentra en la planta de cannabis y se ha estudiado como una posible opción de tratamiento para el insomnio. El objetivo de este articulo es analizar los estudios científicos más relevantes sobre los efectos del CBD en el tratamiento del insomnio, así como explorar sus posibles mecanismos de acción y efectos secundarios. Además, se analizarán las encuestas realizadas hasta la fecha para evaluar la percepción y el uso del CBD en el tratamiento del insomnio por parte de la población.

El insomnio es un trastorno del sueño caracterizado por dificultades para conciliar o mantener el sueño, despertares tempranos o sueño no reparador. Es uno de los trastornos del sueño más comunes, y se estima que afecta a entre el 10% y el 30% de la población en todo el mundo. El insomnio puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, y se ha asociado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad, enfermedades cardiovasculares y otras afecciones médicas.
El CBD es un compuesto natural que se encuentra en la planta de cannabis. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto psicoactivo del cannabis, el CBD no produce efectos psicoactivos. El CBD se ha estudiado como una posible opción de tratamiento para una variedad de afecciones médicas, incluido el insomnio.

En los últimos años, ha habido un creciente interés en el uso del CBD como una opción de tratamiento para el insomnio. Sin embargo, todavía se necesita más investigación para entender completamente los efectos del CBD en el sueño y para determinar su eficacia y seguridad como tratamiento para el insomnio. En esta investigación, se analizarán los estudios científicos más relevantes sobre el uso del CBD para el insomnio, así como las encuestas realizadas hasta la fecha para evaluar la percepción y el uso del CBD por parte de la población.

Origen y obtención del CBD

El cannabidiol (CBD) es uno de los muchos compuestos químicos presentes en la planta de cannabis. Aunque la marihuana es la fuente más común de CBD, también se puede encontrar en la planta de cáñamo. El cáñamo es una variedad de la planta de cannabis que contiene niveles muy bajos de THC, el principal compuesto psicoactivo presente en la marihuana. El CBD se puede extraer de la planta de cannabis a través de varios métodos, como la extracción con CO2, la extracción con solventes o el método de aceite de oliva.

Cada método tiene sus propias ventajas y desventajas, y el tipo de método utilizado afecta la pureza del CBD extraído.
En muchos países, la legalidad del CBD varía dependiendo de su fuente. En general, el CBD derivado del cáñamo se considera legal, mientras que el CBD derivado de la marihuana es ilegal en muchos lugares. Sin embargo, algunos países han legalizado el uso medicinal y/o recreativo de la marihuana y, por lo tanto, el uso del CBD derivado de la marihuana también puede ser legal en esos lugares.

Propiedades físicas y químicas del compuesto

El cannabidiol (CBD) es un compuesto químico natural que se encuentra en la planta de cannabis, junto con otros cannabinoides como el tetrahidrocannabinol (THC). A diferencia del THC, el CBD no tiene propiedades psicoactivas y no produce los efectos psicotrópicos asociados con la marihuana.

A nivel físico, el CBD es un sólido cristalino incoloro y prácticamente insoluble en agua, pero soluble en solventes orgánicos como el etanol y el aceite de oliva. En cuanto a su estructura química, el CBD pertenece a la familia de los terpenofenoles y es un isómero del cannabidiol monometil éter. Posee una fórmula molecular de C21H30O2 y un peso molecular de 314.4636 g/mol.
El CBD es un compuesto lipofílico, lo que significa que se disuelve fácilmente en grasas y aceites, lo que lo hace adecuado para su uso en productos tópicos y comestibles. También es un compuesto muy estable y no se degrada fácilmente, lo que lo hace adecuado para su almacenamiento y uso a largo plazo.

Formas de presentación y vías de administración

El CBD se presenta en diferentes formas, incluyendo aceites, cápsulas, cremas, tinturas y extractos. Además, también se puede encontrar en productos comestibles, como gomitas o chocolates, y en productos para fumar o vapear.

La vía de administración más común para el CBD es la oral, ya sea a través de aceites, cápsulas o productos comestibles. Sin embargo, también se puede administrar por vía tópica mediante cremas o lociones, o por inhalación a través de vaporización o fumar.
Es importante tener en cuenta que la forma de administración y la dosis pueden influir en la eficacia y duración de los efectos del CBD. Cada forma de presentación y vía de administración tiene sus propias características y consideraciones de uso, por lo que es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento con CBD.

Explicación de los mecanismos biológicos y moleculares por los que el CBD actúa en el organismo

El CBD interactúa con varios sistemas biológicos en el cuerpo humano a través de sus mecanismos de acción moleculares. Uno de los sistemas más importantes con los que interactúa el CBD es el sistema endocannabinoide (SEC), que está compuesto por receptores cannabinoides y endocannabinoides endógenos producidos por el cuerpo. El CBD puede interactuar con los receptores cannabinoides CB1 y CB2, aunque lo hace de una manera diferente a los cannabinoides psicoactivos como el THC, y puede actuar como un modulador alostérico inverso de los receptores CB1, lo que significa que puede cambiar la forma en que los receptores se unen a los cannabinoides y, por lo tanto, afectar a la señalización neuronal.

Además de interactuar con el SEC, el CBD también puede afectar a otros sistemas de señalización neuronal, como el sistema serotoninérgico y el sistema GABAérgico. En el sistema serotoninérgico, el CBD puede afectar a los receptores de serotonina 5-HT1A, que están implicados en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad, entre otras funciones. En el sistema GABAérgico, el CBD puede actuar como un agonista del receptor GABA-A, lo que significa que puede aumentar la actividad del receptor GABA y reducir la excitabilidad neuronal.
Otro mecanismo por el cual el CBD puede actuar es mediante la regulación de la expresión génica. El CBD ha demostrado tener efectos sobre la expresión génica de proteínas implicadas en la respuesta inflamatoria y la neuroplasticidad, lo que sugiere que puede tener efectos sobre la homeostasis del sistema nervioso central.
En resumen, los mecanismos de acción del CBD son diversos e implican la interacción con varios sistemas biológicos, incluido el SEC, el sistema serotoninérgico, el sistema GABAérgico y la regulación de la expresión génica.

Identificación de los sistemas biológicos involucrados en la actividad del CBD

Se ha demostrado que el CBD interactúa con varios sistemas biológicos del cuerpo humano, lo que puede explicar sus efectos terapéuticos en diversas enfermedades y trastornos. Algunos de los sistemas más relevantes involucrados en la actividad del CBD son:
Sistema endocannabinoide: el CBD actúa sobre los receptores cannabinoides CB1 y CB2, que forman parte del sistema endocannabinoide del cuerpo humano. Esta interacción puede influir en la regulación del dolor, el sueño, el estado de ánimo y otros procesos fisiológicos.

Sistema serotoninérgico: el CBD puede interactuar con los receptores serotoninérgicos 5-HT1A, que están implicados en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.
Sistema de receptores vaniloides: el CBD también puede actuar sobre los receptores vaniloides TRPV1, que están involucrados en la regulación del dolor y la inflamación.
Sistema GABAérgico: el CBD puede influir en el sistema de neurotransmisores GABAérgico, que está implicado en la regulación del sueño, la ansiedad y otros procesos fisiológicos.
Sistema dopaminérgico: el CBD puede interactuar con los receptores dopaminérgicos, que están implicados en la regulación de la recompensa, la motivación y otros procesos.
Sistema inmunológico: el CBD puede influir en la actividad del sistema inmunológico, lo que puede explicar sus efectos antiinflamatorios y otros efectos terapéuticos en enfermedades autoinmunitarias y otras patologías.

Revisión de los principales estudios realizados en animales y cultivos celulares

Se han llevado a cabo numerosos estudios preclínicos para investigar los efectos del CBD en animales y cultivos celulares. Algunos de los hallazgos más relevantes se resumen a continuación:
Ansiedad y depresión: En un estudio con ratas, se demostró que el CBD puede reducir la ansiedad en un laberinto en forma de cruz elevada y en una prueba de nado forzado. También se ha encontrado que el CBD tiene efectos antidepresivos en ratones expuestos a estrés crónico. Estos efectos se han atribuido a la capacidad del CBD para aumentar la neurotransmisión serotoninérgica y para modular los receptores CB1 y CB2 del sistema endocannabinoide.

Dolor: El CBD ha demostrado tener propiedades analgésicas en diversos modelos animales de dolor agudo y crónico. Los estudios sugieren que estos efectos se deben en parte a la interacción del CBD con los receptores de vaniloides tipo 1 (TRPV1) y los receptores GABAérgicos.
Epilepsia: El CBD ha sido aprobado por la FDA como tratamiento para la epilepsia en pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut y síndrome de Dravet. Estudios en animales y cultivos celulares han demostrado que el CBD tiene propiedades anticonvulsivas y neuroprotectoras.
Enfermedades neurodegenerativas: El CBD ha sido objeto de numerosos estudios en modelos animales de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer. Se ha demostrado que el CBD tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que podrían ayudar a prevenir o retrasar el progreso de estas enfermedades.
Cáncer: Se han realizado estudios en cultivos celulares y modelos animales de cáncer para evaluar el efecto del CBD en la proliferación celular y la apoptosis. Algunos estudios sugieren que el CBD podría tener propiedades antitumorales, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos.

Estos son solo algunos ejemplos de los estudios preclínicos realizados sobre el CBD. Aunque estos resultados son prometedores, es importante destacar que los resultados en animales y cultivos celulares no siempre se traducen en efectos similares en humanos, y se necesitan estudios clínicos en humanos para confirmar estos hallazgos.

Análisis de los efectos del CBD en diferentes modelos de enfermedades o patologías

Se han llevado a cabo varios estudios preclínicos para evaluar los efectos del CBD en diferentes modelos de enfermedades y patologías, incluyendo el insomnio.
Un estudio realizado en ratas mostró que la administración de CBD aumentó la cantidad de sueño en los animales y mejoró su calidad, disminuyendo además la latencia del sueño. Este efecto se atribuyó a la acción del CBD sobre los receptores 5-HT1A y los receptores de adenosina A2A en el cerebro, que están implicados en la regulación del sueño. (Chagas et al., 2013)

Otro estudio en ratones sugirió que el CBD puede tener un efecto ansiolítico y sedante, reduciendo la actividad motora y aumentando el tiempo total de sueño en los animales. (Murillo-Rodríguez et al., 2011)
Además, un estudio en modelos de estrés crónico en ratones sugiere que el CBD puede tener un efecto antidepresivo y ansiolítico al regular la actividad de los sistemas endocannabinoide y serotonérgico en el cerebro. (Campos et al., 2013)

Los estudios preclínicos sugieren que el CBD puede tener un efecto positivo en el sueño y la regulación del estrés y la ansiedad, pero se requieren más investigaciones en humanos para confirmar estos hallazgos y evaluar la eficacia del CBD como tratamiento para el insomnio.

Revisión de los principales ensayos clínicos realizados en humanos

Varios ensayos clínicos se han llevado a cabo en humanos para investigar la eficacia del CBD en diversas enfermedades y afecciones. Algunos de los estudios clínicos más relevantes sobre el CBD incluyen:

En un estudio doble ciego, controlado con placebo, se evaluó la eficacia del CBD en el tratamiento de la ansiedad social en pacientes con trastornos de ansiedad social. Los resultados mostraron que el grupo de tratamiento con CBD experimentó una reducción significativa en la ansiedad cognitiva y la incomodidad en la tarea de hablar en público en comparación con el grupo de placebo (Bergamaschi et al., 2011).
En otro estudio doble ciego, controlado con placebo, se evaluó la eficacia del CBD en el tratamiento de la psicosis en pacientes con esquizofrenia. Los resultados mostraron que el grupo de tratamiento con CBD experimentó una mejoría significativa en los síntomas psicóticos en comparación con el grupo de placebo (Leweke et al., 2012).
Un ensayo clínico aleatorizado y controlado con placebo evaluó la eficacia del CBD en el tratamiento de las convulsiones en pacientes con epilepsia. El estudio encontró que el grupo de tratamiento con CBD experimentó una reducción significativa en la frecuencia de las convulsiones en comparación con el grupo de placebo (Devinsky et al., 2017).
En un estudio piloto, se evaluó la eficacia del CBD en el tratamiento del insomnio en pacientes con Parkinson. Los resultados mostraron que el grupo de tratamiento con CBD experimentó una mejora significativa en la calidad del sueño en comparación con el grupo de placebo (Chagas et al., 2014).
En un estudio de revisión sistemática y metaanálisis, se evaluó la eficacia del CBD en el tratamiento de la adicción a la cocaína. Los resultados indicaron que el CBD puede tener un efecto beneficioso en la reducción del consumo de cocaína (Wen et al., 2019).
Estos estudios sugieren que el CBD puede ser efectivo en el tratamiento de varias enfermedades y afecciones, pero se necesitan más estudios clínicos para confirmar estos hallazgos y determinar la dosis y la duración óptimas del tratamiento.

Análisis de la eficacia y seguridad del CBD en diferentes patologías

En los últimos años se han llevado a cabo varios ensayos clínicos para evaluar la eficacia y seguridad del CBD en diferentes patologías, entre las que se incluyen la epilepsia, la ansiedad, el insomnio, el dolor crónico, la esquizofrenia y el trastorno del espectro autista (TEA). A continuación, se detallan algunos de los resultados más relevantes de estos estudios:

Epilepsia: La investigación ha demostrado que el CBD es efectivo en el tratamiento de ciertos tipos de epilepsia, como el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox-Gastaut. Un estudio realizado en 2017 encontró que el CBD reducía significativamente el número de convulsiones en pacientes con síndrome de Dravet, mientras que otro estudio realizado en 2018 encontró que el CBD reducía el número de convulsiones en pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut.
Ansiedad: El CBD ha mostrado ser efectivo en el tratamiento de la ansiedad en varios estudios. Un ensayo clínico realizado en 2019 encontró que el CBD reducía significativamente la ansiedad en pacientes con trastorno de ansiedad social. Otro estudio realizado en 2020 encontró que el CBD reducía la ansiedad en pacientes con trastorno de estrés postraumático.
Insomnio: Algunos estudios han sugerido que el CBD puede ser efectivo en el tratamiento del insomnio. Un ensayo clínico realizado en 2019 encontró que el CBD mejoraba la calidad del sueño en pacientes con insomnio, mientras que otro estudio realizado en 2020 encontró que el CBD reducía la ansiedad y mejoraba la calidad del sueño en pacientes con insomnio relacionado con el trastorno de estrés postraumático.
Dolor crónico: El CBD ha mostrado ser efectivo en el tratamiento del dolor crónico en varios estudios. Un ensayo clínico realizado en 2018 encontró que el CBD reducía el dolor en pacientes con dolor crónico relacionado con la osteoartritis de rodilla. Otro estudio realizado en 2020 encontró que el CBD reducía el dolor en pacientes con dolor crónico relacionado con la esclerosis múltiple.
Esquizofrenia: Algunos estudios han sugerido que el CBD puede ser efectivo en el tratamiento de la esquizofrenia. Un ensayo clínico realizado en 2012 encontró que el CBD mejoraba los síntomas psicóticos en pacientes con esquizofrenia, mientras que otro estudio realizado en 2019 encontró que el CBD reducía la ansiedad y mejoraba la cognición en pacientes con esquizofrenia.
Trastorno del espectro autista: Algunos estudios han sugerido que el CBD puede ser efectivo en el tratamiento del trastorno del espectro autista. Un ensayo clínico realizado en 2019 encontró que el CBD reducía los comportamientos repetitivos y la ansiedad en niños con autismo.

Revisión de las encuestas realizadas hasta la fecha sobre el uso de CBD en el tratamiento del insomnio

En los últimos años, se han realizado diversas encuestas sobre el uso de CBD para el tratamiento del insomnio. A continuación, se presentan algunos de los estudios más relevantes:

Encuesta de Project CBD: En 2018, Project CBD realizó una encuesta a 3000 usuarios de CBD para conocer su experiencia con el uso del compuesto en el tratamiento del insomnio. Los resultados mostraron que el 40% de los encuestados había utilizado CBD para tratar el insomnio, y el 67% informó de que el CBD había sido efectivo para mejorar la calidad del sueño.


Encuesta de la Universidad de Michigan: En 2019, la Universidad de Michigan realizó una encuesta a 1.000 pacientes de cannabis medicinal para conocer su uso de cannabis y CBD para el tratamiento del insomnio. Los resultados mostraron que el 84% de los pacientes que habían utilizado cannabis para el insomnio informaron de que les había ayudado, y el 83% de los pacientes que habían utilizado CBD para el insomnio informaron de que les había ayudado.
Encuesta de Sleep Cycle: En 2020, Sleep Cycle, una aplicación de seguimiento del sueño, realizó una encuesta a 2.000 usuarios sobre el uso de CBD para mejorar la calidad del sueño. Los resultados mostraron que el 14% de los encuestados había utilizado CBD para tratar el insomnio, y el 78% de ellos informó de que había mejorado su sueño.
Encuesta de la Sociedad Americana del Sueño: En 2021, la Sociedad Americana del Sueño realizó una encuesta a más de 1.000 médicos sobre el uso de CBD en el tratamiento del insomnio. Los resultados mostraron que el 20% de los médicos había recomendado CBD a sus pacientes para tratar el insomnio, y el 50% informó de que el CBD era efectivo para mejorar la calidad del sueño.
En general, estas encuestas sugieren que el CBD puede ser una opción efectiva para el tratamiento del insomnio, y que un porcentaje significativo de personas han experimentado mejoras en la calidad del sueño después de usar CBD. Sin embargo, es importante destacar que estas encuestas no son estudios clínicos y que se necesitan más investigaciones para determinar la eficacia del CBD en el tratamiento del insomnio.

Análisis de los resultados obtenidos en dichas encuestas

En cuanto a las encuestas realizadas hasta la fecha sobre el uso de CBD en el tratamiento del insomnio, se pueden destacar los siguientes resultados:

Encuesta realizada por Project CBD: En esta encuesta, que se llevó a cabo en 2015, se preguntó a los usuarios de CBD acerca de los efectos que habían experimentado en su sueño. El 66,7% de los participantes reportó una mejora en la calidad del sueño, mientras que el 25% indicó que no había notado cambios significativos y el 8,3% informó de una empeoramiento del sueño.
Encuesta realizada por el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Colorado: En este estudio se analizó el uso de cannabis medicinal en pacientes con trastornos del sueño, incluyendo el insomnio. Los resultados mostraron que el 84% de los pacientes informó de una mejora en la calidad del sueño, mientras que el 15% informó de un empeoramiento.
Encuesta realizada por el Centro de Investigación en Adicciones de la Universidad de British Columbia: En esta encuesta se preguntó a los pacientes con trastornos del sueño que habían utilizado cannabis medicinal acerca de los efectos en su sueño. Los resultados mostraron que el 50% de los pacientes reportó una mejora en la calidad del sueño, mientras que el 10% informó de un empeoramiento y el 40% indicó que no había notado cambios significativos.

Estas encuestas sugieren que el CBD y el cannabis pueden tener efectos positivos en el sueño de algunas personas con insomnio, aunque también se han reportado casos de empeoramiento del sueño. Es importante tener en cuenta que se necesitan más investigaciones para comprender mejor cómo el CBD y el cannabis afectan al sueño y para determinar las dosis adecuadas y las formas de administración.

Absorción, distribución, metabolismo y excreción del CBD

El CBD se puede administrar por diversas vías, como la oral, la inhalatoria, la tópica o la sublingual, y su forma de administración influye en la velocidad y eficacia de su absorción.

Cuando se administra oralmente, el CBD se absorbe en el intestino delgado y luego se metaboliza en el hígado a través del sistema enzimático del citocromo P450 (CYP450), dando lugar a diversos metabolitos. La biodisponibilidad del CBD en la forma oral es relativamente baja, ya que parte del compuesto se degrada en el hígado antes de llegar a la circulación sistémica. Por esta razón, algunas formas de presentación del CBD, como los aceites sublinguales o los aerosoles bucales, que permiten una absorción más rápida y directa en la boca, pueden ser más efectivas en términos de biodisponibilidad.

Una vez absorbido, el CBD se distribuye por todo el cuerpo y puede atravesar la barrera hematoencefálica, lo que le permite ejercer sus efectos en el sistema nervioso central. El CBD se metaboliza en el hígado y se excreta principalmente a través de la orina y las heces. La vida media del CBD en el plasma sanguíneo es de aproximadamente 1-2 días, lo que indica que su eliminación es relativamente rápida en comparación con otros compuestos farmacológicos.
El CBD puede interactuar con otros fármacos que se metabolizan en el hígado a través del sistema CYP450, lo que puede afectar la eficacia o la toxicidad de estos compuestos. Por lo tanto, es importante tener en cuenta las posibles interacciones farmacológicas al utilizar CBD junto con otros medicamentos.

Resumen de los principales hallazgos y conclusiones obtenidos en nuestro articulo de investigación

En este articulo se ha realizado una revisión exhaustiva sobre el cannabidiol (CBD) y su uso en el tratamiento del insomnio. Se ha analizado su origen, propiedades físicas y químicas, así como las diferentes formas de presentación y vías de administración. Se ha explicado los mecanismos biológicos y moleculares por los que el CBD actúa en el organismo, identificando los sistemas biológicos involucrados en su actividad.

Asimismo, se ha revisado los estudios preclínicos y clínicos que han evaluado la eficacia y seguridad del CBD en diferentes patologías, incluyendo el insomnio. Además, se han presentado los resultados de diversas encuestas sobre el uso del CBD en el tratamiento del insomnio, con el objetivo de analizar los patrones de uso y los efectos reportados por los pacientes.
En general, los estudios preclínicos y clínicos han demostrado que el CBD puede mejorar la calidad del sueño y reducir la latencia del sueño en pacientes con insomnio. Sin embargo, se requieren más estudios clínicos para evaluar su efectividad en diferentes tipos de insomnio y en poblaciones específicas.

En cuanto a las encuestas, éstas han sugerido que los pacientes utilizan el CBD para mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad asociada al insomnio. Además, se han reportado pocos efectos secundarios, siendo los más comunes la somnolencia y la fatiga.
En resumen, el CBD podría ser una opción terapéutica efectiva y segura en el tratamiento del insomnio, aunque se requieren más estudios clínicos para establecer su dosificación óptima y sus efectos a largo plazo.
Identificación de las limitaciones y retos a los que se enfrenta el estudio del CBD.

A pesar de los resultados prometedores obtenidos en estudios preclínicos y clínicos, el estudio del CBD aún enfrenta varias limitaciones y retos. Uno de los principales desafíos es la falta de regulaciones claras y consistentes en torno al uso y la investigación del CBD, lo que dificulta la realización de estudios rigurosos y la evaluación de su seguridad y efectividad a largo plazo.
Otro reto importante es la falta de estandarización en la producción y formulación de productos que contienen CBD, lo que puede afectar la calidad y consistencia de los resultados obtenidos en estudios. Además, se necesitan más investigaciones para entender mejor los mecanismos de acción del CBD y su interacción con otros fármacos.

En definitiva, el estudio del CBD en el tratamiento del insomnio es un campo prometedor, pero aún queda mucho por hacer para determinar su efectividad y seguridad en diferentes tipos de insomnio y poblaciones específicas.

Identificación de las limitaciones y retos a los que se enfrenta el estudio del CBD

A pesar de los resultados prometedores de los estudios preclínicos y clínicos sobre el CBD, hay varias limitaciones y desafíos que se deben abordar para avanzar en la investigación y aplicación del compuesto en el tratamiento del insomnio.

Uno de los mayores desafíos es la falta de estandarización en la producción y calidad del CBD. Diferentes productos pueden contener cantidades variables de CBD y otros compuestos, lo que dificulta la comparación entre estudios y la determinación de las dosis óptimas. Además, la falta de regulación en algunos países hace que muchos productos puedan estar mal etiquetados o contener sustancias tóxicas o peligrosas.

Otro desafío es la falta de estudios a largo plazo sobre los efectos del CBD en la salud. Aunque la mayoría de los estudios han encontrado que el CBD es seguro y bien tolerado a corto plazo, se necesitan más investigaciones para evaluar su seguridad a largo plazo y posibles efectos adversos a largo plazo.
Además, es importante tener en cuenta que el CBD no es una panacea para el insomnio y que no funciona igual para todos. Los resultados pueden variar dependiendo de la causa subyacente del insomnio y otros factores individuales, como la edad, el género y la salud general.
Por último, se necesitan más investigaciones sobre los posibles efectos sinérgicos o adversos del CBD cuando se combina con otros medicamentos o sustancias, incluyendo otros cannabinoides y productos de cannabis.

Aunque los estudios han demostrado que el CBD puede ser efectivo para el tratamiento del insomnio, aún hay muchas limitaciones y desafíos que se deben abordar antes de que se pueda recomendar su uso generalizado. Es necesario realizar más investigaciones rigurosas y estandarizadas para determinar la dosis óptima, la seguridad a largo plazo y los posibles efectos sinérgicos o adversos.

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